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Bitcoin (BTC), la criptomoneda pionera, ha transformado el panorama financiero con su naturaleza descentralizada, permitiendo a los usuarios realizar transacciones sin intermediarios como los bancos. Impulsado por la tecnología blockchain, el ecosistema de Bitcoin consiste en un libro de contabilidad distribuido que registra todas las transacciones de forma transparente y segura, mantenido por una red global de mineros que validan bloques de transacciones a través de un mecanismo de prueba de trabajo. La escasez de Bitcoin, con un tope de 21 millones de monedas, lo posiciona como un activo digital con características deflacionistas, a menudo visto como una cobertura contra la inflación. El ecosistema admite una amplia gama de aplicaciones, desde pagos entre pares y remesas hasta proyectos de finanzas descentralizadas (DeFi), atrayendo un gran interés como depósito de valor y medio de intercambio. Características clave como la seguridad, la transparencia y la resistencia a la censura hacen de Bitcoin un activo robusto y revolucionario en el mundo de las finanzas, sirviendo de base para el mercado más amplio de criptomonedas e influyendo en el diseño y desarrollo de posteriores monedas digitales.
El precio inicial de Bitcoin era de menos de un céntimo cuando empezó a cotizar en 2010. Desde entonces, su precio ha experimentado un crecimiento significativo, alcanzando los miles de dólares debido al aumento de la demanda y a la madurez del mercado.
El bitcoin es volátil debido a su tamaño de mercado relativamente pequeño, su interés especulativo y su sensibilidad a las noticias y la normativa. Esta volatilidad es habitual en las clases de activos jóvenes y se ha reducido gradualmente a medida que el mercado madura.
La volatilidad de Bitcoin es mayor que la de activos tradicionales como el oro o las acciones. Aunque esto aumenta el riesgo, también crea oportunidades para los operadores que buscan sacar provecho de las oscilaciones de precios.
El precio de Bitcoin está influido por la oferta y la demanda, el sentimiento del mercado, las noticias sobre regulación, los avances tecnológicos y factores macroeconómicos, como la inflación o las crisis financieras.
El precio máximo histórico de Bitcoin superó los 68.000 dólares en noviembre de 2021, mientras que sus primeros precios eran fracciones de céntimo. Estos extremos demuestran la importante revalorización y volatilidad que ha experimentado Bitcoin.